Religión: ¿Qué sabes?

Nadie sabe lo que sabes. Y todos los demás que conoces saben cosas que tú no. Aunque mi esposa y yo hemos estado casados ​​por más de 50 años, cada uno de nosotros sabemos cosas que el otro ignora.

Al nacer no sabemos nada, pero inmediatamente empezamos a construir nuestro conocimiento de familiares y amigos. La mayoría de nosotros tendemos a permanecer cerca de aquellos que primero nos enseñaron durante toda la vida. Pero a medida que crecemos, nuestro conocimiento difiere. Seguimos diferentes caminos, estudiamos diferentes materias, seguimos diferentes carreras, vivimos en diferentes lugares y conocemos a diferentes personas. Nuestro conocimiento individual se vuelve único, como nuestras huellas dactilares.

La búsqueda del conocimiento es algo bueno. Y debemos celebrar cada logro que aumenta nuestro conocimiento. Pero, ¿cuánto sabe realmente cualquiera de nosotros? ¿Y cuánto sabríamos todos si se pudieran combinar los conocimientos de cada ser humano?

Los científicos están continuamente tratando de armar el rompecabezas del pasado, para reconstruir nuestros orígenes y el camino que hemos tomado para llegar a donde estamos. En 2012, los físicos descubrieron el bosón de Higgs, a lo que algunos se refieren como la «partícula de Dios», que podría responder al origen de toda la masa. Pero, incluso con este descubrimiento, la suma total de nuestro conocimiento científico, filosófico e histórico representa solo un pequeño fragmento del conocimiento total del universo. Cuanto más descubrimos, más nos damos cuenta de lo que no sabemos. Las piezas del rompecabezas del pasado a menudo son engañosas y deben reorganizarse y reconfigurarse para corregir nuestras ideas preconcebidas.

La «partícula de Dios» explicada por Bill Nye the Science Guy


Salomón, considerado por muchos como el hombre más sabio que jamás haya existido, escribió: “Concluí que el hombre no puede descubrir la obra que se ha hecho debajo del sol. Aunque el hombre busque laboriosamente, no descubrirá; y aunque el hombre sabio diga: ‘Lo sé’, no puede descubrir». (Eclesiastés 8:17)

Quizás el descubrimiento más importante no sea lo que sabemos, sino el hecho de que somos conocidos. David escribió: “Tú sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; Entiendes mi pensamiento desde lejos. Tú escudriñas mi camino y mi descanso, y conoces íntimamente todos mis caminos. Aun antes de que haya una palabra en mi lengua, he aquí, oh SEÑOR, Tú lo sabes todo.” (Salmo 139: 2-4) A Jeremías, Dios le dijo: «Antes de que te formara en el vientre, te conocí». Jesús dijo: «Hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados».

A medida que ampliamos nuestro conocimiento personal y nos esforzamos por comprender el universo, podemos vivir con la confianza de que Aquel que lo hizo todo nos conoce y nos ama como lo demostró en Su Hijo, Jesús.

Bill Tinsley reflexiona sobre los acontecimientos actuales y la experiencia de vida desde una perspectiva de fe. Sus libros están disponibles en www.tinsleycenter.com. Envíe un correo electrónico a bill@tinsleycenter.com.

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